Fuente Agria




Situada en las afueras de Válor, junto al Puente de La Tableta, rodeada de naturaleza y tranquilidad, la Fuente Agria es uno de los rincones más singulares del municipio.
Como su nombre indica, esta fuente destaca por el peculiar sabor de sus aguas, ligeramente ferruginosas, que han sido apreciadas tradicionalmente por sus posibles propiedades beneficiosas para la salud.
Como su nombre indica, esta fuente destaca por el peculiar sabor de sus aguas, ligeramente ferruginosas, que han sido apreciadas tradicionalmente por sus posibles propiedades beneficiosas para la salud.
Más info
Las fuentes agrias son uno de los elementos más singulares y característicos de La Alpujarra.
Su nombre proviene del sabor ligeramente ácido o metálico de sus aguas, que sorprende al paladar y despierta la curiosidad de quienes las prueban por primera vez.
Este sabor tan peculiar se debe a la presencia natural de minerales, especialmente hierro, bicarbonato y dióxido de carbono disuelto, que brotan directamente del subsuelo.
Estas aguas no están contaminadas; al contrario, son aguas puras que han atravesado capas profundas de tierra y roca, enriquecidas por los minerales que encuentran a su paso.
En algunas de ellas, incluso, se forman depósitos de óxidos que tiñen las piedras de tonos rojizos o anaranjados, una estampa muy típica de este tipo de fuentes.
Las fuentes agrias tienen una larga tradición en la comarca. Desde hace siglos, la población local les ha atribuido propiedades digestivas y beneficiosas para el sistema circulatorio.
beber de una fuente agria es una experiencia cultural, sensorial y natural que conecta con la historia de la tierra.
Estas fuentes se encuentran principalmente en la vertiente sur del Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada, una de las zonas geológicamente más ricas de la península ibérica.
La complejidad del subsuelo, unida al continuo deshielo de las altas cumbres, genera un auténtico mosaico de manantiales y surgencias únicas en Europa.
Por eso, al visitar lugares como la Fuente Agria de Válor, el viajero no solo se refresca: se adentra en el corazón mineral de Sierra Nevada, en un paisaje que une agua, montaña y cultura viva.
Su nombre proviene del sabor ligeramente ácido o metálico de sus aguas, que sorprende al paladar y despierta la curiosidad de quienes las prueban por primera vez.
Este sabor tan peculiar se debe a la presencia natural de minerales, especialmente hierro, bicarbonato y dióxido de carbono disuelto, que brotan directamente del subsuelo.
Estas aguas no están contaminadas; al contrario, son aguas puras que han atravesado capas profundas de tierra y roca, enriquecidas por los minerales que encuentran a su paso.
En algunas de ellas, incluso, se forman depósitos de óxidos que tiñen las piedras de tonos rojizos o anaranjados, una estampa muy típica de este tipo de fuentes.
Las fuentes agrias tienen una larga tradición en la comarca. Desde hace siglos, la población local les ha atribuido propiedades digestivas y beneficiosas para el sistema circulatorio.
beber de una fuente agria es una experiencia cultural, sensorial y natural que conecta con la historia de la tierra.
Estas fuentes se encuentran principalmente en la vertiente sur del Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada, una de las zonas geológicamente más ricas de la península ibérica.
La complejidad del subsuelo, unida al continuo deshielo de las altas cumbres, genera un auténtico mosaico de manantiales y surgencias únicas en Europa.
Por eso, al visitar lugares como la Fuente Agria de Válor, el viajero no solo se refresca: se adentra en el corazón mineral de Sierra Nevada, en un paisaje que une agua, montaña y cultura viva.